Santiago, Chile: Una ciudad amada por los turistas y despreciada por los chilenos

Santiago es la capital de nuestro país, considerada como una de las mejores ciudades dentro de Sudamérica en términos de calidad de vida y la segunda ciudad mejor evaluada para realizar negocios en Latinoamérica.

La ciudad presenta diferentes infraestructuras tanto antiguas como modernas así también áreas para el esparcimiento al aire libre, rodeado de naturaleza para regalarte momentos inolvidables.

Estos son algunos de los motivos que hacen que nuestra ciudad sea muy atractiva para el turismo atraído por la cordillera, gastronomía y barrios con tantas historias que encanta a los extranjeros y que lo hacen ser un destino seguro al visitar Chile.

Pero… ¿Qué pasa con los santiaguinos? ¿Cuál es la opinión que ellos tienen de la ciudad donde residen?

Aquí es donde aparece el verdadero contraste entre el vivir y el pasar sólo un tiempo en esta ciudad de vacaciones. Lo primero que se desprende de estas preguntas es el tipo de calidad de vida que el propio santiaguino describe.

Lamentablemente, Santiago es una de las ciudades más contaminadas de Chile y, producto de ello, las enfermedades respiratorias están a la orden del día, sobre todo en la época de invierno, colapsando urgencias y centros asistenciales, algo que los turistas no viven.

Otro de los problemas que surgen al preguntar por el disgusto de vivir en la ciudad es el transporte. Los problemas en términos de congestión son temas recurrentes en los santiaguinos quienes ven, gracias a esto, mermado sus tiempos familiares y de distención. Largas horas de viaje y metros llenos son la tónica de quienes a diario utilizan la movilización ─tanto pública como privada, algo bastante alejado de una buena calidad de servicio que proyecte mejoras en la calidad de vida.

El costo de la diversión dentro de la ciudad también es un tema que afecta a quienes vivimos en la ciudad de Santiago. Los turistas gustosos pagan por asistir a los centros de sky, museos, zoológicos, pero la realidad del chileno promedio no es subir a la cordillera todas las semanas, por lo costoso que sale eso, incluso hay personas que no conocen la nieve.

La centralización del país también es un problema que viven los chilenos. Hay quienes viven en sectores interiores que no cuentan con electricidad o agua potable, algo que en el siglo en el que vivimos no debería ocurrir, pero sí sucede y quienes vienen de paso, como los turistas y extranjeros, no lo ven, no lo viven.

Otro tema muy recurrente es la delincuencia en Santiago y esto lo viven en carne propia los mismos residentes, personas de otras regiones y por supuesto, los extranjeros. La seguridad con la que cuenta la ciudad no cubre todas las necesidades, por ello circula en internet y en la misma televisión que cada día la delincuencia va en aumento y no sólo la más común de robos pequeños, sino la que involucra violencia en ellos.

Si queremos hablar de calidez en las personas en Santiago, encontrarás que cada día se va perdiendo la amabilidad y el respeto frente a otros. Será la rapidez con que pasa la vida o todo lo anterior descrito que suman a un estado de individualidad de los ciudadanos que contribuyen a perder una característica que nos destacaba.

Por ello quienes vivimos en la ciudad hemos dejado de ver a Santiago como la ven los turistas, incluso en términos de oportunidades laborales ya no es lo mismo, sin embargo sigue siendo un destino seguro para muchos latinoamericanos y otras personas del mundo que se desplazan a nuestro territorio con ganas de surgir y cambiar la realidad de sus propias ciudades.

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