El máximo tribunal de las Naciones Unidas, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), ha ordenado a Israel que detenga inmediatamente su controvertida operación militar en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza, intensificando la presión internacional sobre Israel en su conflicto con Hamas.
«Israel debe detener inmediatamente su ofensiva militar y cualquier otra acción en Rafah que pueda infligir al grupo palestino de Gaza condiciones de vida que puedan causar su destrucción física total o parcial», declaró este viernes el juez Nawaf Salam, presidente de la CIJ.
Situación Humanitaria Desastrosa
El tribunal ha clasificado la situación humanitaria en Rafah como «desastrosa», y funcionarios de la ONU han advertido que la situación podría «intensificarse aún más» si la operación israelí continúa. Israel inició una ofensiva terrestre limitada en Rafah el 7 de mayo, a pesar de los llamados de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, para que no procediera. Durante la ofensiva, las fuerzas israelíes tomaron el paso fronterizo de la ciudad con Egipto, que ha permanecido cerrado desde entonces, bloqueando un punto de entrada vital para la ayuda humanitaria a Gaza.
Más de un millón de palestinos se refugiaban en Rafah antes del inicio de la operación, pero el tribunal ha señalado que unos 800,000 han sido desplazados desde entonces. La CIJ declaró que las condiciones de evacuación y de vida ofrecidas por Israel no son «suficientes para aliviar el inmenso riesgo al que está expuesta la población palestina».
Sentencias de la CIJ y la Respuesta Internacional
Las sentencias del tribunal son definitivas y vinculantes, pero la CIJ, ubicada en La Haya, Países Bajos, no dispone de un mecanismo para hacerlas cumplir, y en el pasado han sido ignoradas. El pasado 10 de mayo, Sudáfrica presentó una solicitud urgente de medidas adicionales contra Israel, acusándolo de utilizar las órdenes de evacuación forzosa en la ciudad de Rafah para «poner en peligro la vida de la población civil en lugar de protegerla».
La petición de Sudáfrica forma parte de un caso más amplio presentado por Pretoria contra Israel, acusándolo de cometer genocidio contra los palestinos durante el conflicto en Gaza.
La situación en Rafah y la orden de la CIJ han puesto de manifiesto las tensiones internacionales y la urgente necesidad de una solución humanitaria para proteger a la población civil en la región.